Responsabilidad Social EmpresarialRSE

Empresa de chocolates apoya el emprendimiento

Mujeres y niños tienen en St. Moritz a un aliado

Representantes de la Fundación Amigos del Niño que Amerita Protección, Fundana, agradecen el hecho de haber sido tomados en cuenta por los programas de responsabilidad social de St. Moritz. La empresa de chocolates apoya el emprendimiento, sobre todo en aquellos casos en que las personas han sido víctimas de maltratos.

Mujeres y niños tienen en St. Moritz a un aliado, especialmente en momentos en que quieren rehacer sus respectivas vidas con el apoyo de una organización no gubernamental de la talla de la Fundación Amigos del Niño que Amerita Protección.

En Venezuela se registra un gran número de casos de mujeres y niños maltratados

Reportes de las autoridades indican que en Venezuela se registra un gran número de casos de mujeres y niños maltratados, muchos de los cuales proceden de núcleos familiares donde el hombre ejerce la violencia de forma física y verbal. Algunas de estas situaciones terminan de forma trágica, con la muerte de algunas de las personas involucradas o lesiones irreparables.

Directivos de la empresa St. Moritz apuestan por cambiar esta cruda realidad a través de un programa socialmente responsable denominado Ángel de la Guardia. Los promotores de tan loable iniciativa se encargan de comercializar una línea de galletas con la que se financia el proyecto educativo.

Personas que se encuentran sensibilizadas en relación con este terrible problema acuden a sus establecimientos de confianza para comprar, específicamente, las llamadas galletas de Fundana. Con su adquisición se llevan a casa un producto delicioso y que contribuye con un fin positivo.

Voceros de la junta directiva de St. Moritz esperan que la receptividad sea mayor, a medida de que el mensaje vaya difundiéndose entre el público, especialmente a través de las redes sociales. Howard Epelbaum, presidente de la compañía, afirma además que el cacao de Venezuela es el mejor del mundo, lo que les permite fabricar un producto de calidad para su consumo dentro y fuera del país.

Gente que ha sido beneficiada con el programa Ángel de la Guardia agradece a la empresa por darle una segunda oportunidad de vida.