¿Te has puesto a pensar en tu perfil gerencial?
Cuentan aquellas viejas leyendas que un joven heredero dijo haber llegado a ser gerente gracias a haber tenido experiencias, mensuales, en producción, compras, ventas y los diversos departamentos de la empresa. Sin ello, ¿qué se puede hacer para progresar en una organización?
Los expertos en la materia infieren en este tema que lo que realmente el mensaje de este tipo de experiencia es bastante claro: uno debe esforzarse más; o sea, que uno necesita ‘superarse’ e ir más allá del trabajo que le ha sido asignado. De esta manera será posible hacer más valiosa la tarea asignada a su gerente”.
The Wall Street Journal (“What it Means to ‘Manage Up’, de E. Garone, 2008), dice lo siguiente:
“Hacer lo que se puede para facilitar el trabajo de este, no solo ayudará en sus tareas al que lo hace, sino también será visto como un activo valioso tanto para el gerente como para la organización.
Debe analizarse cómo lograr ser considerado indispensable. Si se conoce y pone fuertemente en práctica el concepto de managing up , se puede ayudar a que otros lo reconozcan a uno como una persona valiosa para la organización, lo cual dará cierta ventaja llegado el momento de ser considerado para mayores responsabilidades”.
En el mundo real, hay gerentes con distintas fortalezas :
- a) Desconocidos: Solo cuando llegan a la empresa se conoce al personaje y sus atributos o debilidades.
- b) Un gerente cuya asistencia es remota, porque trabaja en otro lugar.
- c) El jefe inseguro (si tienes uno así, toma cartas en el asunto).
- d) Un jefe indeciso o sabelotodo (suele ser el más frecuente).
- e) El que emite mensajes contradictorios.
- f) Un jefe que habla o explica demasiado.
- g) Aquel que busca más el delegar funciones que cumplir con sus tareas.
- h) Un gerente que es menos inteligente que un subordinado.
- i) Un jefe que es parte de la junta directiva.
Y tú, ¿ ya sabes qué clase de gerente eres?
