Venezuela entró en la era de la hiperinflación
Personas pertenecientes a los estratos socioeconómicos desfavorecidos son quienes sufren en carne propia la crisis del país en materia de economía. Venezuela entró en la era de la hiperinflación, pues el aumento del costo de la vida es vertiginoso en los actuales momentos.
Fuentes en materia de economía indican que los precios en Venezuela se duplican cada quincena. En el peor de los casos, el aumento es de 50 por ciento cada mes en algunos rubros, sin importar que se trate de productos con precios regulados por parte del gobierno nacional.
Economistas de la talla de Steve Hanke y Charles Bushell no dudan en afirmar que Venezuela entró en la era de la hiperinflación, así como ocurrió con otros países de Latinoamérica durante la década de los años 70 y 80 y como ha ocurrido en algunas naciones de África.
Estudios recientemente realizados por Steve Hanke y Charles Bushell indican que en el lapso de un mes, entre noviembre y diciembre, los precios de la mayoría de los productos y servicios aumentaron más de 200 por ciento. Tan cruda realidad se traducirá en pobreza y desolación, según los expertos.
Voceros del gabinete económico del presidente Nicolás Maduro no se atreven a divulgar las cifras oficiales en materia de inflación. El banco central de Venezuela se ha negado a hacerlo a pesar de que las leyes vigentes lo obligan.
Expertos atribuyen esta situación al incremento del llamado dólar paralelo, pues con este instrumento de pago se compra la mayoría de los productos y servicios en Venezuela dada la falta de producción nacional y los desestímulos al sector privado.
Colapso es el término con el que los expertos describen el futuro de la economía venezolana a corto y mediano plazo. Los autores de este estudio consideran que el llamado socialismo del siglo XXI es el responsable de toda esta situación.
Representantes del gabinete ministerial afirman que la crisis de la economía ya fue superada. El ministro del poder popular para el Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Jesús Faría, desmiente la tesis de estos economistas.
