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Nueva Iglesia San Francisco de Asís, un impacto positivo en Macarao

El barrio Kennedy, en la parroquia Macarao de Caracas, pasó de ser un lugar donde reinaba la oscuridad (hampa, inseguridad, miedo, angustia y desesperanza) a ser uno tocado por Dios. Eso gracias a la llegada del Padre Jaime Villamizar, un hombre de vocación incuestionable que fue nombrado hace diez años por la Arquidiócesis de Caracas para que regresara al sector a la luz.

Alcanzar esa meta no ha sido fácil. De entrada, porque Kennedy no contaba entonces con una iglesia propiamente dicha, sino con un galpón mal acondicionado. “Tuvimos que hacer la toma de posesión en una cancha, con un toldito. Estuvieron unas 10 o 12 personas”, recuerda Villamizar, agregando que a su llegada al sector la situación era muy mala.

En esa época había demasiada violencia y la gente no salía casi a las calles. La formación de valores era mínima, así que la llegada de un sacerdote a la parroquia no era tomada en cuenta porque la estructura cultural del barrio no era esa”, agrega, recordando que lo que hizo entonces fue absorber la realidad y, a partir de allí, plantearse una misión.

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Erigiendo la nueva Iglesia San Francisco de Asís

La primera meta era erigir la nueva Iglesia San Francisco de Asís y, para ello, el Padre Villamizar reunió a varios vecinos para comenzar a trabajar de inmediato. Luego, con el apoyo de la Arquidiócesis de Caracas y del Cardenal Jorge Urosa Savino, entró en contacto con diversas personas para agilizar el proceso.

César García Urbano Taylor, miembro de la Corporación Inmobiliaria SMA, fue una de esas personas. “Él me dijo ‘Padre, aprovechemos este terreno porque estas son condiciones infrahumanas’, y me dijo que tenía un equipo de personas que nos iban a ayudar a hacer los planos y que, poco a poco, Dios iba a ayudar proveyendo recursos”, explica Villamizar.

Y así fue que en 2015 se logró la demolición de lo que había en el terreno para abrir campo a la llegada de materiales y equipos de construcción para levantar la nueva iglesia… y también una casa parroquial y un amplio centro comunitario. Esto último se agregó al proyecto porque entre todos se entendió que la comunidad necesitaba mucho más que un templo: se requería de atención médica primaria y un trabajo importante en la reconstrucción de valores culturales y sociales.

Así las cosas, la iniciativa pasó a incluir un ambulatorio, un centro odontológico, una escuela de música (de la mano del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela), un comedor y una casa vecinal para diversos usos (incluso se piensa en una capilla velatoria para ayudar a las familias más pobres del barrio).

El proyecto fue levantado en un terreno de 1.110 m², con el templo ocupando un total de 405 m². La estructura del centro comunitario contará con una planta de acceso donde se ubicarán salones, oficinas y baños con un total de 253 m², así como una planta dedicada a la casa parroquial con un área de 253 m².

Resultados a la vista de todos

Luego de tres años de esfuerzo constante, la Iglesia San Francisco de Asís fue inaugurada en julio de 2018, con el centro comunitario presentando un avance cercano al 70%. “Esto va a ser un boom positivo para la comunidad”, aseguró entonces un Villamizar que, hoy día, reconoce que el toque divino ya se comenzó a ver con el descenso de los índices de violencia en la zona y con la renovación de la fe de los vecinos.

La comunidad misma, por supuesto, está de acuerdo con que se ha logrado mucho, y está agradecida por todo el trabajo realizado por el Padre Villamizar.

  • Él está aquí, visita a los enfermos y no dice que no. Está dispuesto de noche y de día. Si es un difunto está atento a la familia. Ayuda con el tema de la funeraria o el sepelio
    Sra. Elsa Pino Micheli
  • Si pudiéramos monetariamente (ayudar al párroco) lo haríamos con mucho gusto, pero sólo prestamos nuestra colaboración, y pidiéndole a Dios con fe que nos ayude
    Sra. Cebelina de Chan
  • Los feligreses estamos seguros de que ha surgido gracias a la mano de Dios, tomando en cuenta cómo está la situación en Venezuela
    Sra. María Pineda
  • Este proyecto ha sido sumamente positivo porque ha ayudado a muchos niños. Es una gran iniciativa que sí funciona para la comunidad porque aquí no tenemos una ayuda, falta el apoyo social, la buena atención, tanto para niños como para personas mayores
    Estefany Díaz

Un modelo digno de adaptar

La receptividad y la positiva integración de la comunidad con este desarrollo hacen pensar al Padre Villamizar que este es un proyecto digno de ser replicado. “Creo que en medio de la crisis que enfrenta Venezuela, no solo económica sino de pérdida de valores, lograr que en un barrio de tanta precariedad y necesidad se esté construyendo un centro comunitario con proyección espiritual, cultural y social, con miras a ayudar a la gente, genera impacto positivo en las personas”, enfatiza.

A su juicio, es una maravillosa idea proyectar espacios como este a otros barrios y comunidades que tanto lo necesitan, para que la iglesia sea una luz, un signo de esperanza para los pobres, que ilumine con la palabra de Dios y con obras sólidas y tangibles.