Gerencia venezolana

¿Qué tiene que ver la cultura con la Gerencia?

Ser gerente es un arte que se aprende de manera constante

No se trata de jugar con la cacofonía de palabras para atraer, se trata de una de las tareas más duras que un gerente puede ejecutar. No siempre las palabras hacer y ser, van tomadas de la mano.

Es que cada persona, basada en sus experiencias, doctrinas y modus operandi para tomar decisiones, adopta las formas que mejor le parezca para intentar hacer crecer la empresa y, en ocasiones, sin darse cuenta la forma en las que lleva a cabo sus actividades.

En el aspecto laboral cualquier empleado o colaborador pide un trato en que lo que le vale es su rendimiento y lo demás pasa a un segundo plano.

A pesar de todo, se debe priorizar a la persona como centro de la organización, ya que muchas empresas intentan vender esos pensamientos a los subordinados, pero hacen lo contrario gracias a las altas exigencias de productividad competitividad que mantiene tanto la empresa como el mercado.

Al hacer las cosas, velando por la mejor producción, cada trabajador pone en tela de juicio su voluntad, sus valores y hasta su forma de ser. Generalmente esto ocurre de manera inconsciente. Pero si estas acciones se realizan con cordura, la empresa va a tener problemas internos tan pronto como se puede imaginar.

En la medida que el protagonismo de la empresa lo tengan los modos de hacer las cosas, va a perjudicar el sentido humano porque el verdadero protagonista es la persona. La idea es hacer y ser, basado en principios de cordialidad y buena fe para el logro de los objetivos.

Cada individuo debe percatarse que no debe ser conformista: colaborar, entregar a tiempo las asignaciones y con ganas de crecer, va a crear una cultura de aporte constante a la sociedad, mejorar su propia calidad de vida, e incitar a su entorno cercano a que busquen estar a la altura de la circunstancias.