Finanzas

así se ahorran impuestos los que invierten en películas españolas

El mundo del cine y sus continuos discursos de izquierdas le han llevado a obtener una posición preferente en materia fiscal. Con la nueva reforma de los incentivos fiscales, aumenta el máximo anual de las deducciones por inversiones en producciones en cine y series Españas y extranjeras hasta 400 millones de euros, lo que supone 340 millones más que los 60 que había hasta entonces. En resumen, supone duplicar de 10 a 20 millones de euros el importe máximo de deducción fiscal por película, siendo el máximo por episodio de serie de 10 millones de euros.

Al final, pese a que los actores y directores no han perdido ocasión de manifestar públicamente sus quejas contra el maltrato que padece el mundo del cine, viven en un auténtico ‘oasis fiscal’, en el que son muchos los incentivos, subvenciones, ayudas, deducciones, bonificaciones y exenciones las que reciben.

La ley recoge que los incentivos fiscales en España para producciones cinematográficas y audiovisuales nacionales dan derecho al productor a obtener una deducción fiscal del 25% del primer millón de euros de la base de la deducción, y del 20% si se supera esa cantidad. El máximo establecido es de tres millones de euros por producción. Solo desde 2015, los incentivos fiscales percibidos por las productoras de cine y series han alcanzado los 311,5 millones de euros.

Supone un cambio importante, pues cuando gobernaba Mariano Rajoy, el Ministerio de Cultura desapareció y se convirtió en una Secretaría de Estado. En aquella ocasión, se aplicó un IVA del 21% al cine y al teatro. De este modo, la izquierda política se situó del lado de los artistas y productores españoles para brindarles exenciones fiscales a cambio de votos. Actualmente, en muchas de las comunidades gobernadas por el Partido Popular, la cultura queda en manos de VOX, aplicándose medidas más restrictivas.

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Análisis detallado de sus ventajas fiscales

Con la Ley del Impuesto de Sociedades en la mano, las inversiones en producciones audiovisuales españolas pueden llegar a ser de 10 millones de euros por proyecto, siendo anteriormente de un máximo de tres millones hasta marzo de 2023. Así pues, puede alcanzar el 85% del coste de la producción.

Si se tiene en cuenta que el porcentaje de referencia alcanza el 50%, esto se traduce en que una producción audiovisual de 20 millones de euros puede llegar a beneficiarse de un rembolso de hasta 10 millones de euros. Para los directores que hayan dirigido menos de tres largometrajes a lo largo de su trayectoria y cuenten con un presupuesto inferior a los 1,5 millones de euros, el descuento fiscal podría llegar a ser del 80%.

A esto se le suma que las producciones dirigidas exclusivamente por mujeres logran una ventaja fiscal del 75%. Los beneficios superan el 50% para las coproducciones con países iberoamericanos, las producciones financiadas por, al menos, dos países miembros de la UE (con un 60%) o las obras de animación con un presupuesto inferior a 2,5 millones de euros. En este último caso, se aplicará una deducción del 70%.

También hay que tener en cuenta que las empresas productoras que asumen la ejecución de producciones extranjeras pueden beneficiarse de una deducción del 30% para el primer millón invertido y del 25% sobre cualquier cantidad de dicho importe. El umbral de referencia pasa de un millón a 200.000 euros si se trata de gastos de per-producción o post-producción en la animación y los efectos visuales.

IVA reducido

A lo anteriormente comentado, se le suma el hecho de que las entradas de cine están gravadas con un tipo reducido de IVA del 10%. Éste se aplica también a otros ámbitos de la cultura como el teatro, los espectáculos taurinos o los conciertos de música. No obstante, no se tiene en cuenta el impacto mediático, pues la tauromaquia como espectáculo genera hasta cinco veces más IVA que el cine español.

Ventajas autonómicas

A las exenciones fiscales nacionales se le suman otras ventajas aplicadas por algunas comunidades autónomas. Es el caso de las Islas Canarias, cuya deducción puede llegar a ser de hasta el 50% y el importe deducido de hasta 18 millones de euros por proyecto. En el caso de Navarra, la deducción es del 35-40%, pudiendo alcanzar los 5 millones de euros por expediente.

Un impacto sin precedentes

En el año 2022, las deducciones supusieron un ahorro de 70,6 millones de euros, siendo justificada como una fórmula capaz de cambiar las subvenciones por incentivos.  El objetivo del Gobierno de España no es otro que fortalecer la estructura empresarial de la producción independiente española, históricamente muy fragmentada en tiempos pretéritos, y atraer a nuevos inversores internacionales.

Además de apostar por la inversión privada, los beneficios a la industria del cine permiten a los productores independientes estructurar un modelo de financiación capaz de separar el beneficio comercial y convertirla en una inversión atractiva y segura.

Gracias al incremento del 5% de desgravación fiscal y la imputación del 50% de Bases Imponibles Negativas (BINs), el porcentaje de riesgo de las operaciones se sitúa próximo al 0%. Así pues, al final de la inversión, se podría obtener una rentabilidad próxima al 30% en el peor de los escenarios de explotación.

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