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César García Urbano Taylor: Integración y Constitución de las sociedades

La integración  cultural, política  y económica el mundo es innegable. Ha sido un proceso constante y continuo  desde el principio de la humanidad.

Cesar Simón Salvador García Urbano Taylor, miembro directivo de la Corporación Inmobiliaria SMA, explica que integración, independientemente del idioma utilizado para definirla, ha sido un término presente a lo largo y ancho de la historia humana, que ha llevado a la edificación de esplendorosas civilizaciones  y la destrucción violenta de otras.

Del estudio de la historiografía del fenómeno integracionista podemos observar dos vertientes de la integración:

  • integración realista o por difusión: donde multitud de unidades territoriales independientes se agrupan en una ola expansiva iniciada por una de ellas, generando así una nueva entidad territorial, fundada en formaciones políticas concurrentes las cuales denominamos ‘estados’;
  • integración por dominación  o imperial:  en la cual un núcleo activador une a las distintas formaciones dominadas al seno del Imperio.

Cesar Simon Salvador Garcia Urbano Taylor - Iglesia y cruzadasUn ejemplo sería el auge y caída del Imperio Romano, que generó la necesidad de lograr una estabilidad en las diversas regiones que lo componían. Esto llevó a que Carlomagno intentara restaurar la dignidad romana con su proyecto del Sacro Imperio entronizando valores culturales de las tradiciones grecorromana y cristiana dominantes desde las migraciones bárbaras.

Más tarde, la instauración de la República Cristiana llevó a la instauración de un nuevo orden político global. Hasta mediados del siglo XVII, la única referencia plenamente válida para designar el núcleo de las tierras heredadas del legado grecorromano, será aquella concebida en términos de Cristiandad.

Otro ejemplo es el proyecto de Pierre Dubois (1305-1307), en el que propuso la creación de una Asamblea de Soberanos y de Príncipes de la Iglesia para un fin bien concreto: ‘Recuperatione Terrae Sanctae’. Siglo y medio más tarde, el Papa Pío II utilizó en el Discurso en la Dieta de Francfort, en 1454, la palabra «Europa», no en condiciones de modernidad, sino en términos de Cruzadas. Con esto logró designar al conjunto de reinos cristianos atenazados de Oriente a Occidente.

Sólo las implicaciones político-constitucionales de la reforma protestante y el orden de medido equilibrio interestatal que se alumbró en Westfalia permitió empezar a plantear las cosas de otra manera.

Cesar Simon Salvador Garcia Urbano Taylor - Napoleon BonaparteCésar Urbano Taylor destaca que Europa, como realidad práctica y no puramente nominal, surgió como consecuencia de la quiebra del universalismo medieval, dualmente encarnado por el pontificado y el Imperio. Crisis acelerada por el humanismo renacentista y el cristianismo de Reforma, y precipitada por el gran cataclismo de la Guerra de los Treinta Años, produciéndose lo que el eminente historiador W. Fritzemeyer denominó “paso de la Cristiandad a Europa”.

Así pues, Europa, mediado el siglo XVII, se presenta conformada por un conjunto de estados (más numerosos mientras más nos acercamos al siglo XX) donde la defensa de intereses propios por parte de cada miembro de la nueva comunidad, motivará el enfrentamiento permanente tendente a la ruptura del status quo para el establecimiento de su hegemonía de poder.

Tal es el episodio histórico protagonizado por Napoleón que entre otras cosas consistió en retomar pretéritas tradiciones para dominar la vida y cultura de Europa; lo cual determinaría el grado de control y cohesión de su unidad imperial. Una Europa unificada y uniforme al servicio de Francia constituía el objetivo último del emperador.

El Imperio, al imponer una unidad de fidelidad, de fe espiritual laica, de legalidad, etc.,  mantendría en Europa la añorada idea de pertenecer a una misma comunidad. Y así lo expresó Napoleón al Duque de Caulaincourt, en 1811: “arrastro a toda Europa tras de mí, y Europa no es sino una vieja mujer, de la que haré lo que se me antoje… ¿Qué puedo hacer yo, si un exceso de poder me arrastra a la dictadura mundial?… Quiero acabar lo que apenas está esbozado. Necesitamos un código europeo, una misma moneda, los mismos pesos y medidas, las mismas leyes; es menester que haga de todos los pueblos de Europa un solo pueblo”.

Cesar Simon Salvador Garcia Urbano Taylor - Simón BolívarTodo esto se vio reflejado directamente en los sucesos que en América Latina dieran inicio a las continuas batallas libradas en búsqueda de la libertad, para posteriormente asumir tendencias unificadoras.

A partir de la definitiva derrota de Napoleón en 1815, las potencias vencedoras, reunidas en el Congreso de Viena, acordaron instaurar un sistema político basado en el equilibrio de poderes, el cual regirá las relaciones entre los estados europeos, y que funcionó hasta la Primera Guerra Mundial.

Bien sea que se trate de una integración imperial, regalista o nacionalista (caso del Tercer Reich en Alemania), la misma se configura por medio de métodos coactivos destinados a la centralización y a la uniformización.