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Costes laborales frenan pymes

En los últimos años, las pequeñas y medianas empresas (pymes) en España han enfrentado un entorno cada vez más complejo debido al aumento significativo de los costes laborales. Según el Indicador CEPYME sobre la Situación de las Pymes Españolas, los costes laborales han acumulado un alza del 18,1% desde 2019, una tendencia que está afectando gravemente la rentabilidad, el empleo y la capacidad de estas empresas para competir y crecer.

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Un entorno económico desafiante

El tercer trimestre de 2024 dejó cifras preocupantes para las pymes españolas. A pesar de una moderación en la inflación y una reducción del 10,2% en el precio de la energía durante el trimestre, los costes laborales continuaron al alza, con un aumento del 4,2% interanual. Este incremento, ajustado por inflación, sigue siendo del 3%, el mayor ritmo desde 2021.

Estos aumentos no son aislados. Si se compara con el periodo prepandemia, los costes generales de las pymes han subido un 24,1%. En el caso de los insumos, el incremento alcanza un 36,7%, mientras que los costes energéticos se sitúan un 68,5% por encima de los niveles de 2019. Todo esto crea un entorno especialmente hostil para las microempresas, que son las más afectadas por el aumento de los costes laborales.

Impacto desigual según el tamaño de la empresa

El tamaño de la empresa influye significativamente en cómo se ven afectadas por el aumento de los costes. Desde 2019, las pequeñas empresas han experimentado un incremento del 19,3% en los costes laborales, frente al 15,3% en el caso de las medianas empresas. Las microempresas, que representan el 85% del tejido empresarial con asalariados, han visto un estancamiento en el empleo y una reducción del 1,9% en su número desde el mismo periodo.

En contraste, las grandes empresas han logrado adaptarse mejor a estas subidas, aumentando un 10,9% su número desde 2022. Este segmento ha creado una media de 130 empleos por empresa, mientras que las medianas han incorporado a 6 trabajadores y las pequeñas a 1,2 empleados. En las microempresas, se necesitan 39 firmas para generar un único empleo asalariado, lo que evidencia su limitada capacidad para absorber estos aumentos de costes.

Un problema de productividad y ventas

La productividad de las pymes encadena ya siete trimestres consecutivos de caídas interanuales. Esta tendencia lastra su capacidad de recuperación y afecta directamente a su rentabilidad, que se encuentra un 12% por debajo de los niveles de 2019.

En términos de ventas, las cifras también reflejan un panorama desigual. Las pymes lograron un repunte nominal del 5% en el tercer trimestre de 2024, pero este aumento se reduce al 3,9% al ajustarse por inflación. Más preocupante es el caso de las pequeñas empresas, cuyo volumen de ventas es apenas un 0,6% superior al de 2019, muy por debajo del crecimiento del 14,5% registrado por las medianas compañías.

Medidas necesarias para mitigar el impacto de los costes laborales

Ante este panorama, CEPYME ha subrayado la necesidad de moderar los costes laborales, especialmente en las microempresas. Políticas como el incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) o los aumentos en las cotizaciones sociales deben ser diseñadas con cautela para evitar agravar aún más la situación.

Además, CEPYME insta a fomentar medidas que impulsen la productividad y la competitividad de las pymes. Esto incluye:

  • Incentivar la digitalización: Proveer acceso a herramientas tecnológicas que mejoren la eficiencia operativa.
  • Facilitar el acceso al crédito: Garantizar que las pymes puedan financiar inversiones que potencien su crecimiento.
  • Promover la formación: Aumentar las competencias de los trabajadores para mejorar la productividad general.
  • Fomentar la ganancia de tamaño empresarial: Reducir barreras que impiden a las pymes crecer y alcanzar economías de escala.

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