Innovación

Crean un cristal que se autorrepara en segundos

Un estudiante de la Universidad de Tokio, Yu Yanagisawa, estaba trabajando en el desarrollo de un nuevo adhesivo cuando, por accidente, obtuvo un resultado muy diferente a su objetivo inicial.

Este, corto sin querer el polímero de baja presión molecular con el que trabajaba. Sin embargo, no tardó mucho en percatarse de que el quebrado del material volvía a unirse al poco después, si se mantenía bajo una presión leve.

Los investigadores realizaron pruebas posteriores para verificar que este hecho no había sido producto de una mera casualidad. Y, en efecto, no se trataba del azar: el nuevo polímero de baja presión molecular tiene propiedades de autorreparación nunca vistas.

A diferencia de otros polímeros, que también tienen la capacidad de autorrepararse, este nuevo material no necesita altas temperaturas para que se lleve a cabo el proceso reconstructivo.

El vidrio que se fabrica con este nuevo material puede repararse presionando con los dedos (a una temperatura aproximada de 21 º C) las piezas rotas durante unos cuantos segundos, llegando a recuperar su resistencia original después de unas horas.

Los científicos aseguran que es la primera vez que se crea una sustancia dura que puede recomponerse a temperatura ambiente.

Las aplicaciones que puede tener este tipo de polímero abarcan una amplia gama de posibilidades. Una de las utilidades más cercanas e inmediatas es en la tecnología que usamos día a día: este vidrio tiene la capacidad de utilizarse para diferentes dispositivos electrónicos, como las pantallas de nuestros móviles u otros aparatos frágiles.

Como norma general, las reparaciones de estos cristales siempre han sido bastante costosas, y los protectores deben cambiarse con regularidad cada vez que sufren una fractura. Por ello, este descubrimiento parece ser una gran solución al problema de las pantallas de los teléfonos.