Crecer no implica desigualdad
El crecimiento económico actual, no basta para enfrentar la desigualdad empresarial. Esto quiere decir que en Latinoamérica, aun con la cantidad de transnacionales que gozan las mieles del éxito, no siguen el camino correcto.
Pese a que ha habido un crecimiento del PIB superior al 5%, hay aspectos macroeconómicos como la inflación, déficit fiscal, devaluación que desembocan en la pobreza y la desigualdad, tanto social como empresarial. Actualmente, Venezuela presenta una de las desigualdades más alta de América Latina y hoy el ingreso se ha vuelto uno de los países más desiguales del continente.
Venezuela, hasta cierto punto no han tenido las herramientas necesarias para mejorar la distribución del ingreso y mejores oportunidades de negocios para los empresarios, debido en os costos que ello conlleva, aunado a existen más de 20 entidades que ejecutan programas para combatir la pobreza, y sus resultados acaban siendo contraproducentes. Lo que deja entrever que mientras mayor es el trabajo, menos es el grado de crecimiento.
No obstante, para los extranjeros no pasa desapercibido que los talentos venezolanos se las ingenian para «hacer magia». Es decir, de la nada, con ambientes en contra, logran sacar a flote dentro de sus limitaciones, todas las capacidades necesarias para permanecer en el mercado.
Es fundamental que los resultados del crecimiento económico, permitan mejorar las condiciones y que apliquen programas integrales para fomentar valores, fundamentales para disminuir la desigualdad empresarial actual. Se debe reestructurar los recursos públicos, y para ello nuestros gerentes están plenamente capacitados para diseñar estrategias que progresivamente, generen las oportunidades de lograr los objetivos primordiales. Lograr esta clase de metas, les permite a los gerentes, como recurso humano, ser material de exportación y liderar las transnacionales más potentes del mundo. Este acontecimiento, de a poco, está siendo una tendencia.
