¿Eres ordenado en tu puesto?
En algún momento de nuestras vidas, un descuido genera desorden y, por ende, la pérdida de ese «algo importante».
Para lograr corregir ello, te traemos sugerencias que, hasta ahora, han logrado excelentes resultados.
- No procrastines: Probablemente estemos hartos que nos repitan «no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy». Si cuentas con una planificación diaria, cúmplela, ya que si no lo haces creas un círculo vicioso que irá retrasando tus procesos y no existe nada más satisfactorio que cumplir todos tus objetivos del día.
- Aprende a administrar tu tiempo: Con la ayuda de una agenda fija, horarios y límites de tiempo serás capaz de hacer tus tareas y evitarás que se te olviden o se traspapelen
- Usa todas las herramientas disponibles: Según tu personalidad, prueba con cuanta estrategia conozcas. Busca la que mejor se adapte a tu forma de ser.
- Evita cualquier distracción: Si eres de aquellos que se distrae fácilmente, cualquier parpadeo hará que, cuando vuelvas a hacer lo que deberías, hayas perdido el hilo y pases a la siguiente tarea del día sin haber concluido la anterior pensando que sí lo hiciste. Cuidado.
- Organiza tu lugar de trabajo: No existe nada peor que un escritorio full de papeles que no sabes ni qué es lo que tienes. En la medida que puedas, pégale a tu documento una nota y archívalo dentro de la carpeta o gaveta correspondiente, al momento.
Si te quitas de encima este hábito mejorarás en la imagen que transmitimos al mundo de nosotros mismos, seremos más productivos en el trabajo y en todos los aspectos posibles de nuestras vidas. Además, esto ayuda a bajar bastante los niveles de estrés, porque sabremos qué, dónde está y para cuándo debe estar lista esa tarea. Suerte.
