¿Flexibilidad o presencialidad en el trabajo del futuro?
La flexibilidad laboral ha dejado de ser un lujo para convertirse en un componente esencial de las políticas empresariales modernas. Sin embargo, en un contexto marcado por el cambio, ¿qué modalidades realmente impulsan la productividad y el bienestar de los empleados? El último informe de enClave de Personas y Shakers responde a esta pregunta con un análisis exhaustivo de cómo empleados, managers y directivos perciben los modelos híbridos y remotos.
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La oficina pierde protagonismo como sinónimo de productividad
El debate sobre la productividad en el lugar de trabajo sigue vigente, pero este estudio desafía ideas preconcebidas. Aunque durante años la oficina fue considerada el entorno óptimo para trabajar, solo el 26% de los empleados y el 28% de los managers mantienen esta percepción. En contraste, más del 60% de los encuestados apuestan por un modelo híbrido, señalando que combinar presencialidad con flexibilidad es más efectivo para alcanzar un alto rendimiento.
La confianza y la visibilidad: retos del teletrabajo
Otro de los puntos clave del informe es la relación entre teletrabajo y confianza. Mientras que el 40% de los empleados admite sentir presión para acudir a la oficina, esta tendencia suele relacionarse con una gestión basada en la visibilidad física más que en resultados. Para superar este obstáculo, los expertos recomiendan crear culturas laborales enfocadas en la claridad de objetivos y la confianza mutua.
Equilibrar trabajo y vida personal: un desafío constante
El informe destaca que el modelo híbrido es visto como la mejor opción para alcanzar un equilibrio saludable entre las responsabilidades laborales y la vida personal. De hecho, un 64% de los empleados prefiere esta modalidad frente al trabajo exclusivamente presencial o remoto. Sin embargo, adoptar un modelo flexible implica desafíos, como evitar jornadas extensas o la sensación de desconexión entre los equipos.
Retención de talento: el papel crucial de la flexibilidad
Para las nuevas generaciones, como los Millennials y la Generación Z, la flexibilidad no es negociable. Según los datos del estudio, más del 40% de los empleados jóvenes creen que muchos de sus compañeros cambiarían de empresa si perdieran la opción de teletrabajar. En este sentido, las empresas que ofrecen modalidades híbridas no solo están respondiendo a una tendencia, sino asegurando su capacidad para atraer y retener talento en un mercado competitivo.
Impacto en la cultura organizacional
Aunque existen preocupaciones sobre cómo el teletrabajo afecta la cohesión interna, los datos del informe muestran un panorama más optimista. Solo un 12% de los empleados percibe que trabajar en remoto debilita la conexión con la empresa, lo que sugiere que las barreras pueden superarse con estrategias adecuadas. Para ello, es fundamental que las organizaciones definan políticas que mantengan la identidad y los valores compartidos, sin importar dónde se encuentren físicamente sus equipos.
Desde enClave de Personas destacan que no existe una fórmula única para todas las empresas: cada organización debe evaluar sus necesidades y contexto. Nico de Luis, cofundador de Shakers, añade: “El modelo híbrido no es una solución universal, pero sí un punto de partida para diseñar estructuras laborales más adaptadas y efectivas”.