La ampliación del cono monetario dispararía la inflación en Venezuela

Venezuela vive una paralización desde el punto de vista de la economía luego que fuera invalidado el billete de 100 bolívares como forma de pago. La ampliación del cono monetario dispararía la inflación, de acuerdo con el criterio de varios conocedores en la materia.

BCV, el Banco Central de Venezuela, incorporará billetes de 500 bolívares a la economía nacional durante la segunda quincena del mes de diciembre, a fin de que el billete de 100 bolívares deje de circular desde los primeros días del mes de enero del 2017.

Nelson Merentes, a nombre del ente emisor, invitó a los usuarios a guardar la calma en relación con esta ampliación del cono monetario, pues la sustitución de billetes se hará de manera paulatina con la colaboración de la banca o pública y privada.

Billetes de 1.000, 2.000 y hasta 5.000 bolívares ingresarán pronto a la economía nacional, según Merentes, así como de 10.000 y 20.000 bolívares. Eso facilitará numerosas transacciones, pero también podría alimentar el fenómeno de la inflación a escala nacional, ante la gran cantidad de circulante.

Monedas de entre 10 y 100 bolívares también circularán pronto, en paralelo con los nuevos billetes. Merentes anunció que, en paralelo, el ejecutivo nacional estimula el uso de las operaciones electrónicas al decretar una rebaja de dos por ciento en el impuesto al valor agregado, es decir el IVA.

Expertos en materia económica no dudan en afirmar que el costo de la vida disminuye la calidad de vida de la población, pues la mayoría de las personas no tienen dinero suficiente para comprar productos y servicios básicos, especialmente alimentos.

Personas de todas las edades son vistas a diario en infinitas colas frente a los supermercados en busca de alimentos para poder sobrevivir, especialmente a precio regulado. El sistema de controles de precio y de acaparamiento ha dado lugar al fenómeno del bachaqueo, es decir, al contrabando de productos para su reventa en el mercado informal.

2016 promete ser el año más nefasto para la historia de Venezuela en materia de economía, con un descenso de más de 10 puntos en materia de producto interno bruto.