SmartphonesTabletsTecnologia

Ramiro Helmeyer: Las contraseñas quedaron en el pasado

Cada día los sistemas de seguridad digital avanzan más. Mientras muchas personas se esmeran en inventar contraseñas «seguras», compañías en todo el mundo diseñan nuevos mecanismos basados en biometría: huella dactilar, iris, reconocimiento de voz e incluso la estructura del rostro, son características propias de cada individuo y sumamente difíciles de vulnerar.

Ramiro Francisco Helmeyer Quevedo, experto en seguridad integral, explica que la biometría es una forma de bloqueo 200 veces más segura que el uso de contraseñas tradicionales:  nos permite mezclar seguridad, comodidad y rapidez, tres rasgos propios de este sistema que han acelerado su adopción en muchas de las tecnologías que manejamos.

Según datos de la consultora en identidad biométrica y electrónica Acuity Market Intelligence, se espera que en el año 2020 todos los smartphones y tablets  incluyan este tipo de sensores dentro de sus características, ya que estos dispositivos se utilizan para mucho más que mantenernos comunicados: en ellos podemos guardar información confidencial, datos de seguridad, códigos y contraseñas que nos permiten realizar transacciones de todo tipo.

Ramiro Francisco Helmeyer Quevedo - Biometria en SmartphonesLos equipos de alta gama van más allá de un diseño premium o de la incorporación de cámaras de alta definición: la seguridad de las forma de autenticación es fundamental.

Un ejemplo de la incorporación exitosa de nuevos sistemas biométricos de seguridad lo brinda el nuevo Smartphone Galaxy S8 y S8+ de Samsung, que incluye una innovadora tecnología de escaneo de iris, reconocimiento de huellas dactilares y reconocimiento facial.

Ramiro Helmeyer afirma que gracias a esta nueva tecnología los usuarios de smartphones tienen variadas alternativas para proteger su información personal, previniendo la falsificación de identidad o la realización de movimientos bancarios no autorizados caso de robo del dispositivo.

Las posibilidades de optimizar procedimientos, que antes requerían complicadas contraseñas, o cargar en los bolsillos tarjetas y pines, hoy aumentan gracias a los sistemas de autentificación biométrica que llegaron para quedarse y facilitar nuestra vida.