Secretario de ALBA-TCP rechaza «la injerencia permanente» de EE.UU.
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Arreaza considera que la política de Washington ha sido clave para desestabilizar procesos democráticos en América Latina y el Caribe.
El secretario general de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), Jorge Arreaza, rechazó este miércoles «el cinismo, la soberbia y el descaro» de la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, quien emitiera declaraciones que calificó de injerencistas y guerreristas.
«Como Secretario Ejecutivo del ALBA-TCP, rechazo el cinismo, la soberbia y el descaro de esta ‘jefa militar’ estadounidense», escribió el diplomático en su cuenta de X, como respuesta a un video que recoge comentarios de la funcionaria sobre países como Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Arreaza aseguró que «nada ha contribuido más a la desestabilización de los procesos democráticos en la región, que la injerencia permanente y guerrerista de Washington«, al tiempo que criticó a Richardson por no solo «confesar que pretenden robarse los recursos naturales» de los países de la región, sino por «ahora calificar y amenazar a gobiernos de la Alianza Bolivariana».
Como Secretario Ejecutivo del @ALBATCP rechazo el cinismo, la soberbia y el descaro de esta «Jefa Militar» estadounidense. Nada ha contribuido más a la desestabilización de los procesos democráticos en la región, que la injerencia permanente y guerrerista de Washington.No le… https://t.co/3qYut8y3QH
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) March 20, 2024
«Esta jefa del Comando Sur, como todos sus antecesores, fracasará en sus intenciones expansionistas de dominar a los pueblos soberanos de Nuestra América Latina y Caribeña», sentenció.
¿Qué dijo Richardson?
La víspera, al ser consultada por un periodista sobre los nexos de Rusia con Cuba, Nicaragua y Venezuela, Richardson afirmó que estos tres países estaban asociados con Moscú solo para «tener actividad maligna«, al tiempo que señaló que a EE.UU. le gustaría deshacerse de «eso» o «mitigarlo», porque consideran que «no es bueno para las democracias».
En su decir, esta clase de relación «promueve esa percepción negativa y disminuye la capacidad de la democracia y de las instituciones democráticas».
Por actualidad.rt.com
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