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Windows 11: Llegan Nuevas Barreras en la Compatibilidad de CPU

Desde su anuncio, Windows 11 ha estado en el centro de intensos debates, especialmente por sus requisitos de sistema más estrictos en comparación con versiones anteriores. Un aspecto particularmente controversial ha sido los requisitos de CPU, que inicialmente dejaron fuera a muchos procesadores considerados todavía relevantes, como los Intel de 7.ª generación y los Ryzen de 1.ª generación.

Aunque Microsoft hizo concesiones al incluir algunos chips Intel más antiguos, la decisión ha estado lejos de satisfacer a todos. Los entusiastas de la tecnología, sin embargo, han encontrado maneras de sortear estos requisitos, ejecutando Windows 11 en hardware que oficialmente no sería compatible. Casos como el de un Core i5-580M, basado en la arquitectura «Nehalem» de primera generación, funcionando «como por arte de magia» con Windows 11 22H2, han sido tanto inspiradores como reveladores. No obstante, Microsoft parece estar preparando cambios que podrían dificultar aún más estas omisiones.

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El Futuro de Windows 11 y la CPU: Nuevas Reglas en el Horizonte

Recientes descubrimientos indican que Microsoft podría estar poniendo su mirada en la arquitectura del conjunto de instrucciones de la CPU (ISA) para definir la compatibilidad futura con Windows 11.

Un hallazgo particularmente interesante es la posible exigencia de la instrucción «POPCNT» para ejecutar la próxima versión Windows 11 24H2. Esta instrucción, usada para contar el número de bits configurados como ‘1’ en una representación binaria, fue introducida por AMD en 2007 y adoptada posteriormente por Intel.

La relevancia de «POPCNT» sugiere que ciertas funcionalidades de Windows 11 podrían depender directamente de esta capacidad.

Este cambio subraya la importancia de mantener el hardware actualizado, no solo para disfrutar de las últimas características, sino también para garantizar la compatibilidad con el software fundamental.

La situación es reminiscente de la transición a la compatibilidad con SSE2 para las actualizaciones de Windows 7 en 2018, marcando otro ejemplo de cómo los requisitos de sistema evolucionan con el tiempo.

Implicaciones y Reflexiones: Mirando Hacia el Futuro

La decisión de Microsoft de posiblemente hacer obligatoria la instrucción «POPCNT» plantea preguntas sobre el equilibrio entre innovación y accesibilidad. Mientras que algunos ven esto como un paso necesario hacia adelante, otros se preocupan por la exclusión de sistemas perfectamente funcionales.

El desafío para Microsoft será cómo guiar a los usuarios a través de esta transición, asegurando que las mejoras en seguridad y funcionalidad no dejen a demasiados detrás.

A medida que nos adentramos en la era de Windows 11 24H2, será fascinante ver cómo se desenvuelve esta historia. ¿Podrá la comunidad tecnológica encontrar nuevas maneras de superar estos requisitos, o marcará este cambio el fin de la era para muchos sistemas antiguos? Solo el tiempo lo dirá.

¿Qué opinas sobre los cambios en los requisitos de CPU para Windows 11? ¿Crees que la innovación justifica dejar atrás hardware antiguo, o debería Microsoft encontrar maneras de incluir a más usuarios en su última actualización?.



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