El principal problema de España no es la inmigración, son los políticos. Y lo dice el CIS
Tras el último informe del CIS, la prensa española ha compartido cómo la inmigración aparece como el primer problema que perciben los españoles. Sin embargo, ¿es posible que esta encuesta se haya analizado de forma sesgada? Pues todo indica que sí.
La realidad es que, con los datos en la mano, la mayoría de los españoles han dado una respuesta distinta: señalando a la clase política muy por delante de la inmigración, aunque el CIS haya recogido, organizado y unificado las respuestas de otra forma.
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La preocupación crece: política, prensa, crisis en Canarias
Si bien el barómetro de septiembre del CIS, confirma que durante el verano este problema (la inmigración) ha ido acogiendo más y más importancia para los españoles (del 16,9 % en julio al 30,4 %), así como ha hecho notar que empezamos a tener dudas y recelos frente a las migraciones por encima de otros temas, el modo en el que la prensa y el propio CIS han presentado las conclusiones parece alejado de la realidad social.
Estas cifras nos llevan a 20 años atrás: en 2006, hasta un 59 % de los españoles (que se dice pronto) veían la inmigración como el principal problema de España.
La atención política y mediática de los últimos meses, no obstante, ha vuelto a poner en el foco a los migrantes irregulares; en gran parte, debido a ciertos episodios destacados, como la afluencia en las Islas Canarias, con un aumento de un 369 % de refugiados frente a 2023.
La reactivación de la ruta canaria, que llevaba varios años en descenso y que, es un viaje peligroso para salir desde las costas de Senegal y Gambia para los migrantes con menos recursos. Anteriormente, las salidas solían hacerse desde la costa marroquí y el Sáhara Occidental con dificultades similares.
Todo ello, ha hecho que la Comunidad Europea y los países miembros actualicen y reevalúen las políticas de lucha contra la inmigración irregular, que se percibe también desde la Administración como un caldo de cultivo que debe ser controlado.
La falta de control por parte de la Administración española, las constantes noticias en prensa y televisión y el discurso político, han hecho crecer este recelo hacia la inmigración, pero… varios medios ya han alertado de una «percepción cocinada». Y es que, según las respuestas, la inmigración no es el mayor problema, sino la clase política.
Sobre la lectura que hace el CIS
En esta línea, la tuitera Olga Palombi compartía una serie de tuits en los que explicaba la importancia de entender el CIS como una serie de preguntas abiertas y espontáneas, cuya idea es facilitar una opinión más libre y sincera por parte del entrevistado sobre aquello que le preocupa. De este modo, es probable que varias respuestas puedan aludir al mismo tema.
He señalado en amarillo las que aluden a los políticos, la política en general, la falta de acuerdos, los conflictos. Quizá no todas son lo mismo pero son muchas menciones alrededor de lo mismo. Y esto se ha pasado por alto. Si sumáramos todas estaríamos por encima del 50% (4/5) pic.twitter.com/sG1JwaCTee
— Olga Palombi (@olgapalombi) September 20, 2024
Por ello, la tarea del CIS, en este caso, será siempre ordenar, codificar y agrupar las respuestas de forma temática. Si agrupamos las respuesta sobre políticos, política, falta de acuerdo o conflictos relacionados con la política, hablamos de más del 50 % de las respuestas que dan el primer puesto a la clase política.
Eso no evita que la inmigración se perciba como el segundo gran problema. Aun así, medios como Público afirman, además, que la forma de diseñar el cuestionario y el orden de las preguntas sumado al enfoque de los medios está fortaleciendo un problema en el imaginario social que no coincide con la realidad, donde la inmigración ilegal (según el medio citado) afecta personalmente solo al 13,7 % de los encuestados.
En cualquier caso, todo indica que la cuestión de la inmigración ilegal resurgirá en los próximos años; en parte, debido a la falta de medidas efectivas, pero también a la prensa, los medios y la clase política. Si este artículo debe cerrar con una conclusión, prefiero dejar en el aire una alusión en pos de la responsabilidad moral de los medios y el buen periodismo.